Entrevista a Luz Infante, secretaria ejecutiva de la CONASET
Luz Infante es Ingeniera Civil Industrial, egresada de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con especialización en gestión de proyectos de Tecnologías de la Información. Su trayectoria profesional destaca por su compromiso con la seguridad vial y su enfoque en la innovación y transformación digital.
Desde 2012, ha liderado iniciativas clave dentro de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET), consolidándose como una figura central en la formulación e implementación de políticas públicas en este ámbito. Entre sus logros más destacados se encuentran:
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Desarrollo del Examen Teórico Electrónico: Ha supervisado la operación y mejora del sistema de examen teórico único a nivel nacional, garantizando la calidad y estandarización en el proceso de obtención de licencias de conducir.
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Lideró la actualización del examen práctico de conducción para licencias de la Clase C, impulsando prácticas más rigurosas y acordes a las necesidades de seguridad vial actuales.
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Fue una de las principales impulsoras del desarrollo de la Licencia de Conducir Digital, un avance significativo en la modernización de los trámites y la accesibilidad ciudadana.
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Coordinó la actualización del "Libro del Nuevo Conductor" y ha trabajado en la redacción de normativas relacionadas con la circulación vial, en colaboración con diversas instituciones.
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En su rol actual, Luz Infante lidera el trabajo de coordinación entre los diez ministerios que integran la CONASET y otras entidades como Carabineros de Chile, buscando reducir la tasa de siniestralidad en el país mediante estrategias educativas, normativas y tecnológicas.
Gracias a su personalidad práctica y colaborativa, ha potenciado equipos interdisciplinarios de trabajo, enfocándose en la resiliencia y la eficacia operativa. Su liderazgo ha sido fundamental para la implementación de la Ley CATI (Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones de Tránsito), que marca un nuevo capítulo en la fiscalización y control vial en Chile.
Luz Infante es reconocida por su capacidad de adaptarse a nuevas tendencias y por su disposición para enfrentar los desafíos de una movilidad cada vez más sostenible y segura. Su trayectoria refleja un compromiso sostenido con la construcción de una cultura vial responsable en el país.
La verdad es que mi historia con CONASET comenzó cuando estaba haciendo la práctica profesional. Estaba en esa etapa de decidir mi vocación y justo apareció esta oportunidad. En ese momento, no conocía mucho sobre el trabajo de CONASET, pero al investigar más, me encantó su propósito: salvar vidas en el tránsito. Eso fue un punto de inflexión para mí, un clic que me hizo redirigir mi carrera. Yo estudié Ingeniería Civil Industrial, una carrera orientada a la gestión, los números y el mundo empresarial, pero aquí encontré la forma de aplicarla con un fuerte impacto social, en un contacto real con la comunidad. Sentí que el servicio público era mi lugar y, además, me encantaba lo que hacía.
Uno de los hitos que recuerdo con mucho cariño fue la implementación del nuevo examen teórico electrónico en 2012. Pasamos del papel a un sistema estandarizado en todas las municipalidades, lo que fue un salto importante para modernizar el proceso. También trabajé en los cambios al examen práctico de la licencia clase B y, más adelante, me hice cargo de la renovación del examen práctico de la clase C para motociclistas. Era evidente que no tenía el rigor necesario y logramos establecer una normativa clara y exigente, que ha cambiado la cultura de los motociclistas en Chile.
Otro proyecto clave ha sido la actualización del "Libro del Nuevo Conductor", un material que permite acercar la seguridad vial a quienes van a sacar su licencia. Y, más recientemente, hemos estado trabajando en la implementación de la licencia digital, un proyecto muy significativo que busca modernizar y simplificar este proceso. Todos estos avances me han llenado de orgullo, porque siento que realmente estamos dejando una huella importante en la seguridad vial del país.
Lo que esperamos con CATI es precisamente generar ese cambio cultural: que las personas comprendan que la fiscalización de la velocidad no es para "perseguir" a nadie, sino para salvar vidas. La tecnología nos permitirá implementar un sistema eficiente y moderno que notifique las infracciones a tiempo, generando un impacto inmediato en las conductas. Cuando los conductores saben que serán fiscalizados y que la multa llegará, toman decisiones más responsables. La experiencia internacional lo respalda y estamos seguros de que este sistema robusto será clave para la seguridad vial en Chile.
El sistema de "Licencia por Puntos" es otra medida fundamental para cambiar la cultura vial y reducir la siniestralidad. Sabemos que ha sido exitoso en países europeos y creemos que, junto a CATI, puede generar el cambio que necesitamos. En CONASET ya estamos trabajando en estandarizar la base de datos de conductores para que sea confiable y robusta. Esto es clave porque la pérdida de puntos requiere un registro actualizado y seguro.
Además, hemos recibido estudios muy útiles de instituciones como CEA y Mutual de Seguridad, que nos ayudan a darle forma a este proyecto. El compromiso de nuestro ministerio y el apoyo del ministro y el subsecretario son fundamentales para avanzar en esta iniciativa, que esperamos concretar en el corto plazo.
Sabemos que las fiestas de fin de año son una época de celebración y también de muchos desplazamientos. Por eso, nuestras campañas están orientadas a generar conciencia y a poner la seguridad vial en el centro de la conversación familiar. Vamos a reforzar mensajes clave sobre el consumo de alcohol, la conducción a exceso de velocidad y el uso del celular, que siguen siendo las principales causas de siniestros.
Lo importante es resaltar las conductas positivas. Por ejemplo, celebrar sin beber si van a conducir o elegir a un conductor designado. También queremos romper con frases como "una copita no hace daño". La idea es entender que nuestras decisiones, aunque parezcan pequeñas, pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La información es fundamental para nosotros. Contamos con un Observatorio de Datos que trabaja de la mano con Carabineros y el Ministerio de Salud, lo que nos permite analizar qué grupos tienen mayor riesgo, cuáles son las causas más comunes y en qué regiones o épocas del año ocurren más siniestros. Esto nos permite dirigir nuestras políticas y campañas de manera efectiva.
Por ejemplo, con estos datos sabemos dónde es necesario mejorar la infraestructura, en qué regiones reforzar la educación vial o qué grupos priorizar en nuestras campañas. Sin esta información, sería muy difícil avanzar.
Mi mensaje es simple, pero muy importante: cada uno de nosotros tiene un rol fundamental en el tránsito. Cada decisión que tomamos al volante, por pequeña que parezca, puede cambiar una vida. Exceder la velocidad, conducir desatentos o consumir alcohol no son "errores", son decisiones conscientes. Y esas decisiones pueden tener consecuencias fatales.
Debemos entender que las vías no son para competir, sino para compartir. Somos parte de un ecosistema en el que interactúan automovilistas, ciclistas, peatones y motociclistas. Cuidarnos a nosotros mismos también significa cuidar a los demás. Por eso, les pido que estas fiestas sean responsables y hagan de la seguridad vial una prioridad. Porque al final, lo más importante es que todos lleguemos a destino sanos y salvos.