Volver a mover tu auto: Consejos si tu auto permaneció mucho tiempo sin uso

En contexto de pandemia, muchos comenzaron sus labores en teletrabajo, las cuarentenas impiden salir, y con los delivery para cubrir la mayoría de las necesidades, para muchos implica pasar meses sin salir de casa y, por lo tanto, sin mover su vehículo.

Principales daños por no mover el vehículo

Pasar mucho tiempo con el vehículo detenido no es nada recomendable. Al igual que una persona que no puede moverse mucho tiempo, pierde masa muscular y debe pasar por recuperación y tratamientos para volver a ponerse en marcha, nuestro vehículo sufre importantes daños por no utilizarse.  En un principio, no mover el automóvil por uno o dos meses no supone un riesgo mayor, salvo para la batería, que lo más probable se descargue impidiéndonos arrancar el coche. Pasado los meses empiezan a agrietarse los neumáticos, se forman planos y rasgan sus grietas. El peso sobre los neumáticos arruina su forma y al volver a conducir se sentirán vibraciones y ruidos en la dirección. En el motor, al no circular aceite se oxidan los cilindros. Respecto al aire acondicionado se vuelve crítico, pues para su funcionamiento es preciso que circule fluido refrigénico para mantenerse lubricados; compresor, filtro y demás elementos requieren que al menos una vez al mes se active para mantenerse en buen estado.

El punto del motor es extremadamente sensible. Al no girar el motor, el aceite empieza a escurrir al cárter, abandonando a cilindros y pistones, quedando completamente secos con el tiempo. Al no poseer lubricación se oxidan los cilindros y los aros de los pistones se quedan pegados. Al encender nuevamente el vehículo podría resquebrajarse algo dentro.

Respecto del sistema de refrigeración, si es refrigera por aire no suele representar problemas, pero si es refrigera por agua, el anticongelante decanta al radiador obstruyéndolo, se oxida la bomba de agua y se daña el termostato.

Por otra parte, toso sellante, reten o gomas que permiten que el motor funcione como un estanque, requieren mantenerse lubricados para cumplir su fin. Sin movimiento, estos elementos se resecan y terminan por agrietarse además de encogerse, provocándose las fugas de aceite. Las fugas son preocupantes siempre, pero las externas pueden detectarse. El gran problema es con las fugas internas. Principalmente con los retenes de las guías de válvulas, provocando un humo azulado por el escape al poner en marcha el automóvil.

El problema del aceite sin recorrer el vehículo genera además problemas con la dirección asistida, problemas de distribución, caja de cambios, y de los más graves, problemas con los frenos.

Consejos para poner nuevamente en marcha tu auto

En primer lugar, es importante revisar los niveles y estados de los fluidos del auto:

• Verificar el correcto nivel y estado del liquido de frenos, liquido refrigerante y lubricante de motor.

• Si los líquidos verificados presentan mal o no tiene un nivel correcto es recomendable verificar otros problemas a corregir antes de la puesta en marcha.

• Intenta usar el líquido refrigerante recomendado por el fabricante y sobre todo evitar el agua, pues esta daña las partes susceptibles de oxidación, sobre todo el radiador.

• Verifica que el refrigerante cuente con tres componentes: agua desmineralizada, inhibidores de corrosión y glicol, componente que evita la evaporación del refrigerante, aumentando el punto de ebullición.

• En la parte estética, el polvo acumulado, al exponerlo a los rayos UV puede generar daños en la pintura del vehículo. Eliminar el polvo es esencial para proteger la pintura. Lavar el coche con abundante agua y encerarlo podrá prevenir estos daños.

• Revisar el estado de los neumáticos en busca de grietas y planos. Cambiarlos si es necesario o mandarlos a reparación si un daño leve lo permite. Para evitar que esto suceda es bueno inflar los neumáticos a un nivel mayor de lo habitual para que la rueda no quede plana.

• Revisar la batería. Es mejor, si ha pasado un tiempo sin poner en marcha le vehículo, desconectar la batería para evitar su desgaste y descarga.

• Verificar estado de las gomas visibles en busca de grietas.

Evitemos daños

El principal consejo para lograr este objetivo es que enciendas periódicamente, al menos una vez a la semana, tu coche y lo muevas levemente hacia adelante y atrás para evitar que las ruedas queden en una sola posición. Mantener su limpieza y uso es clave para la buena salud del auto. Mantener en buen estado tu coche requiere de esfuerzos mínimos que pueden ahorrarte muchos dolores de cabeza y dinero.

Javier Estay Soza – Abogado Asesor