Diferencias entre accidente y siniestro vial
El concepto accidente en la esfera de un hecho de tránsito debería diferenciarse en su interpretación respecto al concepto siniestro, cuestiones que de momento han sido tratadas de manera marginal por la doctrina, suscitando importantes cuestionamientos en nuestro país y en el mundo. Por tanto, resulta preciso su examen individualizado a fin de permitir delimitar con precisión ambos conceptos.
Cuando referimos a un accidente vial donde la conducta humana se manifiesta de manera imprudente, negligente o descuidada, no podemos atribuirle orígen fortuito, sino una aceptación unánime en sede administrativa y judicial de que existe una contravención a la norma jurídica derivada de la creación de un riesgo que implica circular un vehículo y causar daño.
Así las cosas, resulta relevante valorar si un hecho de tránsito en donde se han derivado consecuencias (muerte, lesionados o daños), se ha producido por accidente o no, entendiendo por accidente: evento inesperado, que no se podía prever y que, en general, provoca daños, lesiones o consecuencias negativas. Esta definición entraña la idea de inevitable, imprevisible, fortuito, involuntario, pese haber hecho ingentes esfuerzos y adoptado todas las precauciones, es decir, es fruto del destino.
La RAE, por su lado, en su acepción segunda, define accidente como suceso eventual o acción de la que resulta daño involuntario para las personas o las cosas.
Contrario sensu, la gran mayoría de los hechos de tránsito con consecuencias se pueden evitar, siéndoles aplicable esta condición de evitabilidad tanto para aquel a quien se le atribuye la causa basal del accidente, es decir, posee el mayor grado de participación, como respecto del que puede llegar a ser víctima o afectado. Este análisis, en donde los que nos dedicamos al campo de la investigación y reconstrucción debemos pronunciarnos técnica y científicamente, además del estudio del conductor o usuario de la vía, también debemos excudriñar en las condiciones y circunstancias en que éste produce e intervenir sobre ellos, o sea, en la vía y el vehículo, lo cual nos conduce al esclarecimieno de dónde, cuando y por qué ocurre un hecho.
Efectivamente, la palabra accidente lleva a pensar de que un hecho se produce al azar, por lo que la misma Organización Mundial de la Salud OMS ha indicado que se debería ir modificando la concepción de que es un hecho inevitable y sobre el que no se puede influir, razón por la cual amerita se reflexione un poco y lleguemos a la conclusion de que un hecho de tránsito es mas bien un siniestro vial del tipo causal y no accidental, vale decir, existe una causa que lo produce, entendiendo por siniestro: evento que sí puede prevenirse, y por lo tanto, es evitable.
De hecho, en nuestro país, la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (CONASET), ha adoptado la terminología siniestro vial en su glosario de términos, concepto al cual como CEA Chile adherimos tanto en su doctrina, como en su concepción etiológica.
Por último, como responsable de este artículo, no me cierro ante la probabilidad de que un hecho de tránsito tenga como causa un acontecimiento exento de culpabilidad para declararlo como accidente, pues tal como señala el catedrático e investigador, reconocido estudioso de la seguridad vial en España, Luis Montoro González: Yo el único accidente de tránsito que conozco es cuando a un hombre le cayó un meteorito y lo mató, eso sí que fue un accidente.
Léase amplia entrevista realizada por el Club Europeo de Automovilistas de Chile CEA el año 2018, a Luis Montoro González.
