¿Cómo afecta la restricción vehicular a la flota de vehículos de una empresa?
En el contexto actual de congestión urbana y preocupación medioambiental, diversas ciudades de Chile han implementado medidas de restricción vehicular con el objetivo de reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire. Si bien estas acciones son necesarias desde el punto de vista medioambiental, tienen implicancias directas en la operación de las empresas, especialmente aquellas que dependen de una flota vehicular para su funcionamiento diario.
Impacto operativo en la logística y distribución
La principal consecuencia de la restricción vehicular es la limitación en la disponibilidad de vehículos para realizar tareas de reparto, transporte o visitas técnicas. Esto puede traducirse en:
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Retrasos en la entrega de productos o servicios, afectando la experiencia del cliente.
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Incremento en los costos logísticos, ya que se requiere reorganizar rutas o utilizar vehículos adicionales no restringidos.
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Desajustes en la planificación operativa, especialmente si no se cuenta con herramientas digitales para monitorear en tiempo real la movilidad de la flota.
Servicios para empresas con flotas de vehículos
Costos indirectos para las empresas
Además de los efectos logísticos, la restricción vehicular puede generar costos adicionales:
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Mayor desgaste de vehículos exentos de restricción, que deben operar con mayor frecuencia.
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Necesidad de aumentar el parque vehicular para mantener la operatividad, lo que implica inversiones en adquisición, seguros y mantenimiento.
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Horas hombre perdidas por tiempos de espera, reprogramaciones o menor eficiencia de las rutas.
¿Cómo pueden las empresas adaptarse?
Desde CEA recomendamos adoptar una serie de estrategias para mitigar el impacto de estas medidas:
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Planificación anticipada de rutas y operaciones considerando los días y horarios de restricción.
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Renovación de flota hacia vehículos menos contaminantes o eléctricos, que en muchos casos están exentos de estas limitaciones.
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Uso de tecnologías de gestión de flotas, como GPS y software de logística inteligente, que permiten optimizar el uso de los vehículos disponibles.
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Fomento del teletrabajo o atención remota, cuando sea posible, para disminuir la necesidad de traslados presenciales.
Una oportunidad para modernizar
Si bien la restricción vehicular representa un desafío para la actividad empresarial, también puede verse como una oportunidad para modernizar la flota y adoptar prácticas más sostenibles. En CEA creemos que la movilidad empresarial debe evolucionar hacia modelos más eficientes, responsables y resilientes.
Estamos comprometidos en asesorar a las empresas para que enfrenten estos desafíos de manera informada y estratégica, adaptándose al nuevo escenario urbano sin perder competitividad.
